Los estudiantes de los colegios de Coca nos visitan |
Esperanzador. Lo que pasa en el MACCO es esperanzador. Con esa palabra lo definió Margarita Lasso el lunes pasado, que vino a cantar en un evento de la Casa de la Cultura y recorrió las instalaciones del MACCO. Esperanzador es ver la alegría de los chicos y su asumbro al recorrer la exposición permanente del MACCO. Esperanzador es reír con ellos y jugar al asombro.
- ¡El que encuentra tres nombres de comunidades waorani se lleva un premio!
Todos corren. Todos quieren ser los primeros. Vuelven a la sala de exposiciones temporales y leen con atención los pies de foto de la exposición Wao Mimo.
- ¡Bameno!
- ¡Guillero!
-¡Boanamo!
- ¡Dikaro¡
En el libro de visitas |
Se van contentos con su premio: un catálogo. Le dicen al profe:
- Mire, licen, me lo gané...
Los profesores también se van contentos. Los chicos han aprendido. Ellos, también. No se ha "perdido la hora". Al contrario: se ha ganado. Hoy, esos chicos, saben algo más de cultura local, de historia, de geografía...
Las visitas de estudiatnes continuan estos días. Nada más grato que verlos subir y bajar la rampa, como las hormigas arrieras, descubriendo la historia de la selva, haciendo preguntas.
El MACCO empieza la tarea pedagógica que le fue impuesta en su partida de nacimiento. Bienvenidos sean estos días los niños y jóvenes que participan, además, en talleres y en otras actividades que se han propuesto.
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